Peluche de apego conejo

Peluche de apego muy necesario para niños pequeños.

Hoy te contamos sobre el peluche de apego o transicional, sus beneficios y cómo usarlos.

Para que un peluche de apego sea efectivo lo primero que deberás tener en cuenta es que deberá ser aceptado por tu hij@ para cumplir esa función.

Los niños pequeños tienen muy desarrollado el olfato por lo tanto, es indispensable impregnar el peluche de apego con el olor de mamá o de papá para que sume más puntos para el éxito; ya que el olor de los padres transmite paz, amor y seguridad.
Como conseguir que el peluche de apego sea aceptado por el niño o el bebé.

Hoy te contamos varias técnicas para que el peluche de apego de tu peque cumpla todas sus funciones:

1- Si utilizáis colonia, deberéis impregnar el peluche con esta fragancia.

2- En el caso de no usar colonia o perfume, pero hay otros olores que te puedan caracterizar como tu champú, desodorante o cualquier tipo de aroma, deberás impregnar el peluche con el olor que consideres que pueda tener más efectividad.

3- Otra opción es que la mamá o el papá duerma varias noches con el peluche y que luego se le entregue al peque.
Seguridad en el peluche de apego.

Esta parte del artículo es fundamental a la hora de escoger el peluche de apego que vaya a utilizar tu hijo o tu hija.

Lo principal es que del muñeco no pueda desprenderse ningún elemento, como ojos, nariz o cualquier elemento pequeño que pueda tener el peluche de apego.
Busca un muñeco de apego que esté confeccionado con materia prima natural como el algodón orgánico (esta es la mejor opción).
Necesitarás que sea suave al tacto ya que una de las condiciones fundamentales para que funcione, es que sea agradable de toquetear.

Beneficios de un peluche de apego en bebés.

Tener un muñeco de apego es prácticamente fundamental por la cantidad de beneficios que reciben nuestros pequeños al adoptar a uno de estos seres tan entrañables:

Seguridad: Tus pequeños se sentirán mucho más seguros, cómodos y nunca se sentirán solos.
Reconocimiento personal: El peluche de apego ayudará a tu bebé a reconocerse a sí mismo como independiente de los otros seres que lo rodean y este es el paso fundamental para relacionarse con otras personas.
Favorece el desarrollo emocional y psicológico de los más pequeños de la casa. El muñeco de apego le proporcionará calma, confianza y restándole miedos e inseguridades.
Les ayuda a ser más autónomos.

¿Se debe lavar un peluche de apego?

Rotundamente sí, ya que es fundamental la correcta higiene en el peluche de apego, ya que éste suele pasar el mayor tiempo dentro de la boca de los bebés.

Además son arrastrados y babeados y es indispensable lavarlos.

Pero ojo como planteamos el lavado del muñeco.

Ya a cierta edad y cuando el niño ha conseguido tener el apego correspondiente a su muñeco, el hecho de meterlo en la lavadora puede ser un proceso de “drama” ya que probablemente no le guste ver a su amigo más incondicional dar vueltas en una lavadora.

Te aconsejamos que lo laves a mano y que no uses suavizantes ya que este tipo de productos además de ser dañinos para la piel, pueden hacer que el muñeco pierda su olor tan característico.

Podéis bañar al peluche de apego simulando a como si estuviera pegándose un baño relajante con espuma.

Puedes pedirle a tu peque que te ayude para generar autonomía y pasar un rato divertido en familia junto a su mejor amigo.

¿Hasta cuando debe tener mi hijo o mi hija un peluche de apego?

El hecho de que nuestros pequeños adopten un objeto de apego o transicional es completamente normal e indica de un correcto desarrollo psíquico y no se debe interferir en él.

Tu hijo o hija será el que libremente escoja el momento de dejar su objeto transicional y esto por norma general suele suceder entre los 3 y 4 años de edad, aunque por supuesto, siempre va a depender del niño.

Pero suele suceder cuando los peques se sientes más autónomos y cuando han adquirido mayor control de los miedos y otras inseguridades.

Aunque hayamos pasado la barrera de los 3/4 años, es completamente normal que el peque acuda a su peluche de apego en momentos de ansiedad o de más preocupaciones como en el nacimiento de un nuevo hermanito, mudanza, cambio de cole o incluso en la separación de los padres.

Si esto sucede, no hay que preocuparse.

En un niño sano a nivel físico y emocional el objeto transicional o el peluche de apego va perdiendo significado a medida que se desarrollan otros intereses y se van ampliando sus relaciones, el arte, la creación y el juego.

Está más que demostrado que los expertos desaconsejan obligar al niño a desprenderse de su peluche de apego por considerar que el niño es demasiado mayor para tenerlo ya que, si el peque no está preparado y no deja su objeto transicional por sí solo, puede causarle tristeza, angustia y ansiedad.

En definitiva, tener un peluche de apego es parte de la fase natural del crecimiento emocional del niño.